30/10/09 - Decimoctavo día - epílogo

En esta última entrada sobre el viaje ya sólo comentar lo que fue el viaje de regreso hasta mi casa.


Por la mañana me despisté y salí más tarde de lo que quería del hotel, pero aun así fui con tiempo de sobra hasta el aeropuerto.
Cogí el tren, llegué a la terminal, localicé mi puerta de embarque, y estuve esperando mientras terminaba de llegar la hora.
Alguien del departamento de turismo me hizo una encuesta sobre el viaje, estaban por allí entrevistando a los turistas, y luego me regaló un bolígrafo xD

Aunque temía que la mochila que había comprado me diese algún problema a la hora de subir, no se pasaba de tamaño, y menos aún de peso, porque iba llena de cajas de figuras y un poco de ropa para hacer relleno, así que subí y busqué mi asiento en el avión sin ninguna incidencia.
Vi que había gente que llevaba sus paragüas, y me arrepentí de no haberme traído el que compré, porque temiendo que me estorbase o que no pudiese meterlo en el avión, me lo dejé en el hotel de Kioto =.=

El viaje en avión fue más pesado que a la ida, el cambio horario era al contrario esta vez, pero todo fue bien. Me aburrí más, porque creo que ya me terminé el libro que había llevado al poco de despegar, y no me interesaban las películas que ponían.
En el asiento de al lado coincidí con un español, un hombre de Bilbao que entre cabezada y cabezada hablaba conmigo, por lo que esa parte fue algo más amena.
La comida del avión, un asco, igual que la otra vez =.=
La próxima vez no comeré si puedo, porque era realmente horrible =.=

Al llegar a Frankfurt, y por el cambio horario, era mediodía más o menos.
Me separé del compañero que había tenido en el avión, ya que él tomaba otro vuelo desde allí, y yo mientras me fui para buscar la puerta de embarque de mi vuelo.
A la hora de reservar los billetes había tenido en cuenta el tener tiempo de sobra, dos horitas, para hacer los transbordos, porque había leído de gente que al ir con el tiempo justo lo pasaban mal corriendo por los aeropuertos.

En Frankfurt pasé, si no recuerdo mal, hasta tres controles donde me revisaron todo. En uno me abrieron la mochila, y me puse como un tomate ucando empezó a sacar cajas de figuras por todos lados xDDD

Al final localicé mi puerta de embarque, y me quedé con las ganas de comprar chocolate o algo para picar, pero era bastante caro y no compré nada al final.
La espera fue larga y aburrida, y ya en el aeropuerto empecé a ver a españoles. Españoles que destacaban por montar escándalo, hablar a gritos, y dejarlo todo en medio =.=
Japón empezaba a estar muy lejos.

El avión en el que regresé a Madrid era pequeñito, bajamos a la pista para subir por unas escaleras, y casi no encuentro sitio para poner mi mochila. La maleta había salido facturada por otro lado en Tokio y la recogería en Madrid, si no se perdía por el camino (xD)
En este vuelo fui sentado al lado de una muchacha que me contó que le habían quitado un queso en la aduana xD

Finalmente llegué a Madrid al anochecer, y ya estaba de vuelta en España.
Para salir del avión, un viernes noche, no había nadie.
Vamos, que salí y sin pasar ningún control ya podía salir a la calle con mis cosas oO
Typical spanish xD

Busqué en mi maleta el teléfono para quedar con Magno y darle su consola, y me costó un montón encenderlo. Tras 3 semanas apagado no iba muy bien, no respondía, pero al final logré hacer una llamada y contactar con él.
Más tarde apareció por el aeropuerto y me hizo mucha ilusión conocerlo, porque es una de las personas que más sabe del tema del romhacking en España, y siento gran admiración por él, pues además de todos los conocimientos que tiene, es de esas personas que da gusto escuchar porque saben explicartelo todo perfectamente. Faltó que hubiese estado Faloppa también por allí xD

Bueno, tomamos un café y le calenté un rato la cabeza contándole mi viaje xD
Luego le di su consola y cuando se fue me quedé solo para pasar la noche allí, porque mi tren no salía hasta las 9 de la mañana.
Aquí también noté que estaba en España.
Me fui hacia la entrada al metro del aeropuerto, para esperar por allí hasta que abriesen por la mañana. Al poco, gente de aspecto extraño empezó a rondar, una mujer a pedirme un euro para llamar por teléfono, luego contando que entran bandas a dar palizas a la gente por la noche  y varias paridas mas...
Total, cogí mi maleta y me volví a la terminal como si estuviese esperando un avión otra vez xD
Allí al menos había más gente y no entraban locos.

La noche fue aburrida, no soy de los que se duermen fácilmente, por lo que estuve leyendo. Como ya me había leído el libro que llevé, me puse a leer la guía de Japón que había comprado.
Sí, leí la guía DESPUÉS de volver del viaje xD
Fue curioso, porque así vi lo que se decía de muchos de los lugares que había visitado y yo ya sabía si eran así o no, y además con las fotos y referencias históricas se me hizo bastante ameno. En realidad me pasé la noche estorbando a la gente que limpia, porque estaba tirado por el suelo cambiando de postura a cada rato porque se me dormía el trasero xD

Ya cuando llegó la mañana volví a tirar de maleta y cuando abrió el metro me fui hasta la estación. Allí, como tenía tiempo suficiente, me paré a desayunar, pidiéndome un buen bocadillo de lomo ^^
Ya echaba de menos la carne xD
Y poco mas. Cogí el tren, el viaje fue largo, y llegué a mi estación para la hora de comer. Por culpa del teléfono no había podido llamar a quien me iba a recoger, porque estaba todavía a una hora de mi casa, pero como era una persona formal me estaba esperando y me recogió sin ningún problema.
Y ya, no hay mas. Para mediodía más o menos estaba ya en casa, cansado, con la nevera vacía, y con dos días para descansar antes de volver al trabajo porque el lunes era festivo.
Para no tener líos con los cambios horarios, aguanté hasta acostarme de noche, aunque estuviese cansado, y ya el domingo por la mañana volvía a estar como siempre. Debí de estar casi dos días enteros sin dormir, entre el cambio de hora y demás, pero todavía soy capaz de aguantar estas cosas bastante bien aunque esté hecho una piltrafilla xD

Y así termina lo que fue mi primer viaje a Japón.
Supongo que como se me han olvidado muchas cosas por culpa del tiempo que he tardado en ponerme a escribir todo esto, escribiré alguna que otra cosilla o apunte que se me haya pasado o que me venga a la memoria.
Gracias a todos los que me ayudaron durante este viaje, a mis jefes por dejarme coger esos días de vacaciones en las fechas que yo pedí, a Paco por acercarme y recogerle hasta la estación de tren, a Samar y los demas por acompañarme cuando llegué a Madrid, a Magno por acercarse y pararse a tomar un cafetito en el aeropuerto, y a todos los autores de blogs, foros y páginas cuya información me ayudó mucho para organizar el viaje totalmente por mi cuenta. Y a Chiisai por echarme una mano a la hora de comprar el billete de avión, el JR-Pass y el seguro médico.